Do Kwon, un emprendedor de Corea del Sur llamaba a la criptomoneda que había creado su "mejor invento". Durante meses, se vanagloriaba en las redes sociales y conferencias del potencial de la moneda Luna reuniendo a un grupo de inversores y simpatizantes (sus "lunáticos") para fortalecer su proyecto. Su empresa recaudó más de 200 millones de firmas de inversión como para financiar proyectos criptográficos construidos con la moneda, incluso cuando muchos cuestionaron sus fundamentos tecnológicos.
Sin embargo, la semana pasada Luna y otra moneda que Kwon desarrolló, Terra USD, sufrieron un colapso espectacular que causó un efecto dominó en el resto del mercado de criptomonedas. Ya conocemos las cifras de las pérdidas: 80.000 millones.
Una promesa arriesgada. La caída de Luna y TerraUSD (UST) es un buen ejemplo de la volatilidad de las criptomonedas y de quién se queda con la bolsa cuando todo se derrumba. Muchos de los inversores vendieron a tiempo, obteniendo ganancias sustanciales, mientras que los comerciantes minoristas ahora lidian con pérdidas devastadoras. Pero TerraUSD era arriesgada incluso para los estándares de la criptotecnología experimental. A diferencia de la popular stablecoin Tether, no estaba respaldada por efectivo, tesorería u otros activos tradicionales.
En cambio, derivó su supuesta estabilidad a algoritmos que vincularon su valor a Luna, tal y como explicamos en este artículo de Xataka. Kwon usó las dos monedas relacionadas como base para proyectos de préstamos en el turbio mundo de las finanzas descentralizadas.
Las cifras de la debacle. El colapso de uno de los experimentos más ambiciosos de las finanzas descentralizadas ha destruido más de 83.000 millones del valor total del sector, según Bloomberg. Y podría haber sido mucho más, ya que los inversores huyeron en busca de refugios más seguros. La caída en los precios de la stablecoin TerraUSD y su token hermano Luna envió ondas de choque a través del sector DeFi, donde los inversores toman prestado, prestan y apuestan criptomonedas sin intermediarios como los bancos.
El valor total bloqueado en todos los protocolos principales se ha desplomado a 100.000 millones de euros desde 170.000 millones a principios de mes, según datos del rastreador de la industria DeFi Llama.
La caída. El fenómeno arrastró a casi todo el mercado cripto y provocó pérdidas multimillonarias a los inversores. Para que os hagáis una idea: el valor de UST se situaba hace unos días en $0,46. Como es lógico, la criptomoneda nativa de Terra, LUNA, ha sido la más golpeada por la desvinculación de UST. La crisis de confianza en el proyecto ha llevado a LUNA a perder más del 99% de su valor, desde la caída de la stablecoin.
Asimismo, los tokens DeFi de protocolos relacionados a la blockchain Terra también han perdido su valor de forma significativa. La desvinculación de la stablecoin ha causado pérdidas de miles de millones y su capitalización de mercado ha caído hasta los 1.025 millones tras mantenerse sobre los 30.000 millones en el último mes. LUNA, que ocupaba el 9° lugar en la industria cripto, se sitúa ahora en el número 125.
Las descentralizadas, en declive. Las consecuencias de la implosión de Terra también infligieron un daño generalizado a las criptomonedas. Bitcoin y Ether, los dos tokens más grandes, cayeron por debajo de los niveles de soporte clave a principios de este mes y han luchado para superarlos desde entonces, ahora por debajo de 27.200 y 1.707 respectivamente.
Cuesta creer en los proyectos DeFi. Los proyectos DeFi atraen a los inversores a comprar sus tokens nativos y depositarlos para ayudar a ordenar transacciones en la blockchain subyacente, un proceso conocido como staking. A cambio, se les ofrecen rendimientos superiores a los de los productos financieros tradicionales. La principal plataforma de participación de Terra, Anchor, responsable de impulsar la mayor parte del valor del ecosistema de 40.000 millones, había anunciado rendimientos de hasta el 20% antes del colapso de UST. Nada de esto sucedió.
MakerDAO, el proyecto DeFi más grande, ha visto caer su valor total en casi un tercio durante el último mes, a 10.000 millones, según datos de DeFi Llama. Curve, una plataforma popular para el intercambio de stablecoin, ha sufrido una caída de más del 55%, a 9.000 millones. Incluso la firma de criptoinvestigación Kaiko se atrevía a decir en un comunicado que la disminución en la demanda de participación en las DeFi indica "fuertes salidas de capital".